Una buena razón...
Trabajar con niños?!! Pero si dan mucha lata, además solo se la pasan jugando…
No a todos nos gusta trabajar con niños, pero ¡momento! No estamos hablando de niños ‘normales’, esos niños... ¡wow! son una buena razon para un servicio social…
La inquietud de realizar mi servicio social en el programa Legos en tu Escuela, surgió debido a que como buen ingeniero en electrónica, siempre me ha llamado la atención armar y desarmar aparatos electrónicos (pensándolo bien creo que desarmaba más que lo que armaba ) y al ver el contexto de las actividades a realizar en este programa, me pareció bueno el enfoque de realizar pequeños prototipos, en un lenguaje de programación gráfico, con fines didácticos.

Primero fue muy divertido armar y programar nuestros robotsillos, donde parecíamos nosotros los niños, donde la única idea del torneo FLL era el video que la profe nos enseñó. Poco tiempo después se presentó la oportunidad de asistir al torneo FLL [ver fotos aquí] el cual se llevó a cabo en el DF y fui.
El asistir y participar como juez en este torneo cambió por completo mi modo de ver al programa de LEGOs. Yo tenia la idea de que si, los niños medio investigaban, y como que programaban y ya me imaginaba a los robotsillos desarmándose. Pero nada, ¡que los niños no eran normales! Habían niños que se observaba su intelecto y capacidad de desarrollar actividades, pero con una facilidad, que te quedabas sorprendido. mi participación como juez en el área de investigación —ya ven que se califican varias cosas, no solo el robotsillo—, hubo mucho potencial en cuanto a desenvolvimiento de los niños, mucha creatividad, retención de sus coreografías, y sobre todo que entendieron el problema al que nos enfrentamos al no utilizar recursos renovables, lo cual era en si uno de los propósitos del concurso.
Pero eso no era todo, aun faltaba la parte más emotiva del concurso, la rutina de los robotsillos. En la competencia de éstos se sentía el ambiente de preocupación de los niños, los que se veían respaldados por sus padres, tutores o porra, la sensación de ver cómo el robot realizaba las distintas actividades o cómo las fallaba lo hacia cada vez mas emocionante.
Fue en si algo muy diferente a lo que yo me imaginaba, aprendí que bajo una buena organización los niños son capaces de realizar actividades un tanto complejas para sus edades, lo único que nos falta es orientarlos a desarrollar este tipo de acciones, cosas que motiven su intelecto, es el lado bueno de realizar el servicio, es decir, uno se beneficia con horas, pero cuántos de nosotros a la edad de 8 años no nos hubiera gustado armar robotsillos a nivel de ingenieria. En fin, ya espero que sea el siguiente nacional para ver cómo han avanzado los niños.
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